El plan que teníamos previsto para hoy 27 de Enero (acercarnos abriendo huella hacial el campo I) se ha visto alterado por el mal tiempo y, sobre todo, por la fatídica noche de vomitonas que he pasado. Parece que aún necesitaré algún día más para recuperarme de la que pillé en Chilaas; la verdad es que, en mi caso, la historia se repite en Pakistán. Paciencia.
Por otro lado, a media mañana, hemos recibido la visita de Danielle Nardi. El italiano estaba al tanto de nuestra presencia aquí, sabía también de mi estado de salud, así que nos ha proporcionado algunos antibióticos que van bien para el estómago y seguro me serán de gran ayuda. Hemos estado charlando de lo ocurrido con Tomek y Elisabeth, lo cierto es que no quiere remover demasiado el lodo, y nos ha transmitido su voluntad de intentarlo una vez más por la Mummery Ridge. Lleva tres inviernos intentándolo aquí y dice que las condiciones que se ha encontrado este año pintan bastante mejor que en anteriores ocasiones. Le acompañan dos cámaras, pero tras la marcha del polaco y la francesa se encuentra sólo para escalar. Iremos viendo qué es lo que ocurre.
Nosotros apostamos definitivamente por la ruta Kirshoffer que, aunque muy helada y seguro dura de pelar, parece menos expuesta a aludes que la Messner.
Para mañana esperamos también la llegada de tres nuevos protagonistas al campo base, se trata de tres escaladores iranís (Mahmood Hashemi, Iraj Maani y Reza Bahadorani) que, a priori, comparten nuestras mismas intenciones respecto a la vía y las fechas, así que tenemos horas y días por delante para contemplar una posible colaboración.
De momento, seguimos a la espera de que tanto el tiempo como mi estómago mejoren para poder empezar a trabajar en condiciones. Nardi, que cuenta con conexión a Internet, nos ha anunciado que para mañana se esperan cielos descubiertos que aguantarán hasta el sábado.