Texto: Igone Mariezkurrena.
Un error de orientación ha obligado a Alex Txikon y sus compañeros a retroceder hasta el C4 (7.200m) tras haber alcanzado la cota 8.000. A estas horas descansan ya dentro de la tienda para intentarlo de nuevo mañana. El parte meteorológico augura un día muy parecido al de hoy: soleado y muy poco ventoso.
El amanecer ha sido espléndido en todos los sentidos. La luna nos ha regalado estampas inolvidables y, sobre todo, la llamada de Alex Txikon, a eso de las 07:30, (03:30 en casa) nos ha hecho creer, por un momento, que el sueño estaba apunto de cumplirse. De hecho, a pesar de lo temprano que era, el Campo Base entero (cinco personas en ese momento, no más) se ha visto revolucionado; todos nerviosos y alterados, gritando y sonriendo, corriendo de un lado para otro sin rumbo ni sentido, simplemente eufóricos.
El último contacto con los escaladores había tenido lugar hacia las dos de la madrugada (22:00 en casa) y nos ponía sobre aviso de que en media hora emprenderían la marcha rumbo a cumbre. A pesar del frío extremo, nos hablaban de nieve muy buena y de una pendiente de unos 30º de inclinación que no precisaba meter cuerda. Lo cierto es que esta última etapa de la ascensión, al margen de la obligada fatiga por los días de esfuerzo acumulado y la falta de oxígeno, no entraña mayores dificultades técnicas en comparación con jornadas anteriores. Se les sentía fuertes y llenos de motivación.
La sorpresa ha llegado, por tanto, a las 7:30: “No sé si nos podéis ver pero estamos como a 8.000 metros”. En efecto, los prismáticos nos permitían comprobar que Alex Txikon, Ali ‘Sadpara’ y Daniele Nardi avanzaban en travesía hacia el este a una altura mucho superior de lo que cabía esperar para esa hora. El propio Txikon asentía cuando sorprendidos le comentábamos que parecían ascender muy rápido.
Y demasiado rápido han llegado la mala noticia, la rabia y la pena. Apenas habrían pasado veinte minutos cuando otra vez Alex Txikon se ponía en contacto con CB para anunciar que se volvían al C4 (7.200m): “Hemos metido la pata, nos hemos equivocado. De noche y a oscuras hemos pasado de largo el corredor por el que teníamos que haber subido. Hemos seguido avanzando en travesía, demasiado. Estamos a 8.000 metros, pero en un punto muy rocoso desde donde es imposible tirar para arriba; tampoco tenemos margen de tiempo ni fuerzas para retroceder y rectificar”. De modo que han decidido descender hasta el C4 (7.200) a donde han llegado en escasa hora y media. Aquí descasarán y se hidratarán para volver a intentarlo mañana. Repetirán estrategia: saldrán a eso de las 02:00 (22:00 en casa), “Es imposible salir antes, el frío es demasiado insoportable”.
(Desde CB nos atrevemos a decir que en realidad no se han equivocado, iban acertados, pero es posible que los salientes rocosos no les hayan dejado ver el corredor con claridad. De todas formas, este es un aspecto que todavía no hemos podido comentar ni contrastar con ellos, puesto que no han vuelto a comunicar desde que han llegado al C4).
Aunque inevitablemente frustrados, los tres escaladores confían en poder, al menos, intentarlo de nuevo mañana. Parece que al menos no va a ser el tiempo el que se lo impida; el parte meteorológico predice un día muy parecido al de hoy, soleado y, lo más importante, muy poco ventoso.
¡Un último empujón!
Por otro lado, Muhammad Kan finalmente ha llegado hoy al CB, hacia las 12:30 (08:30 en casa), tras pasar noche en el C1 (5.050m), “Llegar aquí del tirón era demasiado”, nos comentaba. “Ha sido mi primera expedición invernal, ya tengo 45 años y se me ha hecho muy duro, está todo demasiado helado, no me he visto capaz de seguir”, explicaba.