Los Sherpas son, sin ninguna duda, protagonistas esenciales en todas nuestras expediciones en el Himalaya. Sin ellos, nos sería prácticamente imposible enfrentarnos a los retos que nos proponemos. Por supuesto, Manaslu-EKI no es una excepción. Ellos están siendo parte importantísima en la equipación de la nueva ruta que estamos abriendo.
Quisiera, ante todo, dar las gracias a este colectivo que tanto ha sufrido las consecuencias de la pandemia generada por la COVID-19. Las restricciones derivadas por la situación epidemiológica de todo el mundo han frenado en seco la gran mayoría de las expediciones programadas para este año. Como bien sabéis, nosotros tampoco hemos tenido nada fácil llegar a Nepal. Sudamos mucho para poder organizar todo, arreglar todos los papeles que las autoridades locales nos exigían y, finalmente, pasar una cuarentena que retrasó todos nuestros planes. Como os digo, todas estas complicaciones han hecho que muchas personas hayan decidido no venir durante este invierno.
Todos estos sherpas viven, en gran medida, de gente como nosotros y de turistas. Su principal sustento son las expediciones y en 2020-2021 apenas ha habido. Os hablaba en otra reciente entrada de lo que nos dijeron varias personas durante el trekking que nos ha traído hasta el campo base: “sois de los poquísimos extranjeros que hemos visto estos últimos meses. Desde marzo ha venido muy poca gente y eso para nosotros es demoledor”. Un mensaje descorazonador que nos da muchísima pena. Esperemos que la situación cambie cuanto antes y que estas personas, al igual que las de toda esta región, vuelvan a tener una entrada de dinero fiable para que puedan vivir de la manera más digna posible.
Dicho todo esto, me gustaría hablaros de tres sherpas que nos acompañan en esta aventura: Chhepal Sherpa, Kalden Sherpa y Namja Sherpa. Tres maravillosas personas que, además, son unos magníficos profesionales. Sinceramente, sin su ayuda y experiencia, todo esto que estamos viviendo no hubiera sido posible. ¡Namaste!
Cheppal Sherpa es el que más tiempo lleva con nosotros. Desde que tratamos de ascender el Everest en invierno nos acompaña en todas nuestras expediciones. Es el mayor de todos y hace las labores de líder del equipo Sherpa. Es una persona espectacular, amable y educado. Pero sobre todo, es una máquina en la montaña. Su experiencia nos es fundamental y trabaja muchísimo. La verdad es que no deja indiferente a nadie. Todo el que le conoce estoy seguro que le recordará toda su vida.
Kalden Sherpa empezó con nosotros el año pasado en el Ama Dablam (el pico principal se alza 6.812 metros sobre el nivel del mar). Es una persona muy fuerte y atrevida. Un hombre de pocas palabras, de esos a los que cuesta sacar lo que llevan dentro pero, una vez entablas una relación con él, es una persona muy simpática y cercana. Si tuviera que destacar algo sobre él, diría que es muy dispuesto, que nunca escatima en esfuerzos. No tiene problemas para trabajar y eso se agradece muchísimo cuando llega la hora de la verdad.
El último de los protagonistas es Namja Sherpa, un nuevo fichaje al que hemos incorporado en esta ocasión. Sin duda, otro ‘máquina’. Lo que más me ha impresionado es su fortaleza física. Está fortísimo. Mi amigo Lur, al que aprovecho para mandar un saludo desde aquí y que tuvo que dejar la aventura antes de lo que nos hubiera gustado, se quedó asustado con su capacidad: “cómo va este tío, Alex. Tiene una forma física increíble”. Algo sabrá él de todo esto también. Bienvenido al equipo, Namja, y ¡muchísimas gracias a todos vosotros!