Ayer día 25 subimos en helicóptero al Campo Base. En una hora pasamos se estar a 1.000 metros frente a los 5.250 metros del CB. La verdad que tenía miedo: pensaba que me podía dar el mal de altura pasando de estar en Kathmandu y en una hora en el campo base. 4000 metros de desnivel más altos no es moco de pavo.
Traté de moverme despacio pero no podía de lo contento que estaba de estar de vuelta aquí!. Preparamos el campo base; volví a sacar el material y con ganas de volver a empezar.
Al atardecer empezó a soplar el viento. Hasta ahora ha sido con diferencia la peor noche en el campo base; ha soplado mucho mucho, mucho. Sopla de oeste. Hoy día 26 estamos de ‘gaupasa‘ haciendo turnos para que no vuelen las tiendas.
Los rayos del sol llegan al campo base casi una hora antes; hoy nos ha pegado el sol a las 8.40; hemos hablado de qué hacer y han decidido que hoy no subían.
Yo que me encuentro bastante bien. Viendo que el viento está amainando he decidido salir para arriba; portear tres escaleras y cuerda. He equipado 200 metros y he porteado tres escalas. He alcanzado unos 5500 metros, más o menos. Como iba solo he decidido no arriesgar más y darme la vuelta ya que mañana subimos ya todos.
La cascada va a requerir de dos a tres día más de trabajo; he de decir que antes de subir al base pensaba la estrategia que iba a seguir. Pensaba estar en el base quieto descansando mientras mis compañeros reequipaban la cascada, pero, como veis , no puedo!
Sé que cada vez que subo, mis fuerzas van disminuyendo y por tanto las posibilidades de cumbre también, pero soy un poco burrico y a mí me gusta escalar y pelearlo. No he aguantado ni el primer día!
Por otro lado me encuentro muy bien; las fuerzas aún no están tan mermadas como yo pensaba y mi único problema es que llevo las uñas de los dedos gordos colgando, y se me hace muy doloroso cramponear frontalmente, pero bueno toca apretar los dientes.