AX | Valoración de la expedición invernal del Everest (8848 m)
Ahora que ya ha pasado un mes desde que volvimos de la expedición invernal del Everest sin uso de oxígeno artificial, me veo en condiciones de hacer una valoración. Sin duda, ha sido uno de los retos más duros a los que me he enfrentado, y no sólo por las condiciones más extremas, sino por tener que luchar contra mi cabeza al sentirme muy fuerte y no poder demostrarlo como hubiese querido. Las condiciones meteorológicas no permitían llevar a cabo nuestro sueño. Al igual que a los amigos polacos del K2, éste año el invierno no ha caído de nuestro lado; no ha dado opción al alpinismo invernal.
Ante todo sé que no me arrepiento de tomar la decisión de volver, ya que estuvimos tan cerca del todo o del nada, y creerme que a esas condiciones no es fácil articular decisiones en la mente; pero tuve claro que quería seguir soñando, descubriendo nuevas montañas y cuidando de la gente de mi alrededor. A su vez, me quedo con la ascensión al Pumori (7100 m), en el que completamos la segunda invernal de la historia. Jamás olvidaré la gran panorámica de la que gozamos desde aquella cima que me dejó sin palabras. Si algo tengo claro es que nunca me cansaré de enamorarme de la belleza de la naturaleza y de la grandeza del Himalaya.
Al mismo tiempo, es el momento de valorar todo el apoyo de los sponsors, a los que quiero dar las gracias uno a uno; sois muy grandes, por vosotros sigue el presente el alpinismo. Sois parte del viaje, de la montaña y de la superación. Gracias por compartir.
Por otro lado, estoy realmente fascinado con el seguimiento que hemos tenido el equipo de 16 personas que hemos estado conviviendo durante 2 meses a esos 5350 metros que eran nuestra casa y que espero que haya sido la vuestra también, puesto que nosotros así lo hemos sentido. Mediante todo el apoyo que nos enviabais a través de todos los vídeos e imágenes que hemos ido compartiendo, cada día, os hemos sentido con nosotros. No tenéis perdón, sois la llama que mantiene viva mi motivación y creerme que está a tope.
Sobre todo, tengo ganas de reflejar a todas esas personas que no están pasando un buen momento, que la superación es la clave para seguir adelante, y que si es posible equipar hasta los 7850 metros de la montaña más alta del mundo en las condiciones más duras, también es posible tirar adelante, salir de ese mal momento y conseguir alcanzar tu sueño.
CRÓNICA |Ataque a cumbre ¡Vamos allá!
Tras la llegada al Campo 2 (6400m) y permanecer allí un día aclimatándonos, estamos preparados para el asalto a la cumbre.
Ha sido una noche dura en el Campo 2 con temperaturas mínimas de -35° y un viento helador. Por suerte, hemos podido avanzar y ya estamos en Campo 3 (7100 m). Para variar, la ventana de buen tiempo a la que nos ateníamos ha empeorado y nos pone las cosas muy difíciles. Sin embargo, seguimos al pie del cañón con ganas de intentarlo.
CRÓNICA | ¡Días exigentes equipando hasta los 7850 m!
Hemos pasado unos días duros en altura. Hemos dado por finalizado el trabajo aunque nos hayamos quedado muy cerquita de Campo 4 porque la meteorología empezaba a cambiar y uno de nuestros compañeros no se sentía muy bien. Sin embargo, estamos muy contentos con el trabajo realizado en condiciones extremas equipando hasta los 7850 metros, y felices por llegar a Campo Base todos juntos.
CRÓNICA | Cima en el Pumori (7161m)
Hemos coronado el Pumori (7161 m) “La Hija de la montaña” conocida como una de las montañas más bellas del planeta. Tras equipar hasta el C2 del Everest hemos hecho un standby para coronar esta preciosa montaña y valorar nuestras condiciones. El equipo está formado por Ali Sadpara, Nuri, Temba Bhote y yo, Alex Txikon, y lo hemos llevado a cabo en un estilo minimalista y veloz. Muchas gracias por vuestro apoyo.
CRÓNICA | ¡Hemos equipado hasta el C2 a 6500m!
Ayer salíamos de Campo Base al Campo 1 dónde hemos pasado una noche verdaderamente fría y sin apenas dormir debido a las fuertes ráfagas de viento, hemos arrancado hacia el Campo 2 al que hemos llegado en tan sólo una jornada. Gran logro, puesto que el año pasado tardamos dos días en llegar a este punto.
Además, respecto al invierno pasado, lo hemos colocado 150 metros más arriba, dónde hemos depositado 600 metros de cuerda. Posteriormente, tras una complicada bajada marcada por el fuerte viento hemos regresado al Campo Base.
Estamos reventados, pero realmente felices.
CRÓNICA | Experiencia en el trekking + llegada al Campo Base
Ya estamos en el Campo Base del Everest. Este año hemos llegado dos días antes que el año pasado. Para llegar aquí hemos transcurrido por el famoso Trekking al Campo Base, el cual, hemos finalizado en 8 días. Hemos vivido momentos increíbles ya que el sol nos ha acompañado en todos los días, excepto en uno. Por lo tanto, hemos tenido la oportunidad de captar las mejores imágenes mediante fotografías llenas de aventura y la preciosa naturaleza. Espero que os gusten.
Este año, como novedad, hemos trasladado el Campo Base, un poco más arriba que el año pasado, a 5300 metros. Este cambio facilitará el trabajo puesto que estamos más cerca de la cascada del Khumbu y aunque este más alto se trata de un entorno más soleado.
De momento seguimos al pie del cañón montando el Campo Base puesto que tenemos mucho trabajo por delante, pero esperamos que entre hoy y mañana lo tengamos todo a punto. Ahora sí, ahora empieza la aventura. Gracias por el seguimiento.
CRÓNICA | Rumbo al Everest
Es hora de volar hacia Nepal y dejar atrás Bizkaia. Comienza la aventura. Un año más nos adentramos en los rincones que esconde el Everest, la montaña más alta del mundo, en invierno y sin oxígeno artificial. Pero la verdad que a mí lo que me deja sin oxígeno es toda esa gente que vino a despedirnos al aeropuerto.
Ya estamos en Kathmandu. Pero, creerme, que no hemos venido solos. Hemos traído nada más y nada menos que 900 kilos repartidos en 31 bultos. Gracias de corazón a la compañía Turkish Airlines. Al llegar a Nepal hicimos los trámites correspondientes del visado y vinimos hacia Thamel, dónde a las 18:00 horas reorganizamos todo el material. La verdad es que estos últimos días han sido muy emocionantes, pero por circunstancias como no haber dormido o por la responsabilidad que tengo tanto conmigo como con todo el equipo no he podido disfrutarlos como debería. Ahora ya aquí me pongo a pensar y me gustaría dar las gracias a todos esos amigos y amigas que han estado echándome una mano en todo momento, y que sin ellos no hubiera sido posible. También quería agradecer a todos los patrocinadores y seguidores que estás ahí apoyándonos.
Antes de despedirme quería dar algunas claves de lo que será la nueva expedición: el año pasado estuvimos 11 escaladores, este año, en cambio, estaremos 9 y 8 de ellos repiten de la anterior expedición. Éste es el equipo: Temba Bothe (Patagonia), Nuri, Cheppal, Pasang Norbu, Wolung Dorgie, Gyelsen (ice doctor) eta Tenzing Gyelsen (ice doctor). A ellos nos sumamos el pakistaní Ali Sadpara y yo, Alex Txikon. Creo que un equipo más reducido es posible si los que estamos somos fuertes y tenemos muy buen rollo entre nosotros.
Para finalizar no querría olvidarme de los compañeros que vivieron esta experiencia conmigo, un saludo a Pablo Magister, Carlos rubio y Aitor Barez, sois muy grandes. Y, como no, un fuerte abrazo para toda mi familia que a pesar de los riesgos que entraña una aventura de este calado siempre están ahí apoyándome.
Fotografías: Arri Studio