Txikon, ‘Sadpara’ y Nardi de vuelta al Campo Base tras pasar la noche en el C3 (6.700)
Las comunicaciones por radio están siendo breves y escuetas, de modo que la llamada que hemos recibido esta mañana apenas nos ha servido para saber que la cordada conformada por Alex Txikon, Ali ‘Sadpara’ y Daniele Nardi ha emprendido el descenso, esta vez hasta el Campo Base
Ayer a última hora nos confirmaban que, tras una jornada maratoniana, habían alcanzado el C3 (6.700m) donde dormirían para, en el día de hoy, proseguir el ascenso hasta el C4, dado que un nuevo cambio en las predicciones meteorológicas alarga la ventana de buen tiempo hasta el mediodía del domingo 15.
Sin embargo, no ha podido ser. Muy probablemente el cansancio acumulado tras cinco días ininterrumpidos de actividad en altura y la todavía escasa aclimatación (no en el caso del italiano que lleva mes y medio ascendiendo y descendiendo por las paredes y glaciares del Nanga, pero sí en el caso de Txikon y ‘Sadpara’) ha hecho que los vientos medianamente fuertes que soplan hoy arriba hayan resultado ser demasiado. Calculamos que en una hora y media llegarán a este Campo Base, donde se tomarán el merecido descanso.
La mala noticia es que el cambio de tiempo previsto para el domingo viene para quedarse durante al menos una semana, a lo largo de la cual podría dejar más de un metro de nieve.
Segunda noche en el C2
Hacia las 15:30 de la tarde hemos decidido emprender el descenso hacia el campo II, a pesar de que aún disponíamos de algunas horas más de luz. Lo cierto es que estamos bien, pero muy cansados. Han sido más de siete horas de trabajo bajo temperaturas heladoras propias de días sombríos como el de hoy.
Calculamos haber alcanzado los 6.500 metros de altura habiendo fijado unos 500 metros de cuerda a través de un terreno mixto de hielo y roca al principio, y hielo vivo después.
El plan que barajamos para mañana consiste en seguir avanzando hacia el campo III; en principio, disponemos de buen tiempo hasta última hora del sábado. Sin embargo, será mejor esperar a pasar una noche más por encima de los 6.000, ver cómo nos sentimos mañana y tomar la decisión de seguir adelante con el programa o regresar en base a esas sensaciones.
Al fin el Campo II
Los destellos de luz que llegaban desde las alturas y la posterior llamada vía satélite han confirmado lo que tod@s esperábamos en el campo base: Alex Txikon, Ali ‘Sadpara’, Daniele Nardi y un poco más tarde Muhammad Kan han alcanzado los 6.000-6.100 metros y han establecido allí su Campo II.
Cansados pero satisfechos con el trabajo realizado, sobre todo por haber equipado el exigente muro Kinshofer (sin duda el tramo más técnico de la ruta, combinando roca y hielo), a estas horas descansan ya dentro de sus sacos de dormir, recuperando fuerzas de cara a la jornada de mañana y con la mente puesta ya en el Campo III.
Sin embargo, el día no ha resultado tan satisfactorio para los iraníes Mahmood y Reza, quienes optaron por pasar una noche más en el CB y partir hoy direnctamente hacia el Campo II. Parece que su apuesta no fue acertada, el tiempo se les ha echado encima y la noche ha llegado cuando aún se encontraban a mitad de pared y a los pies del muro respectivamente. De modo que han decidido retroceder y bajar hasta el CB para descansar aquí.
Para mañana se espera un tiempo algo más revuelto, pero válido para escalar. Veremos si el Campo III es factible.
Cambio de meteo, cambio de planes
Aquí las predicciones metereológicas cambian constantemente, de un día para otro, es lo que tienen las expediciones invernales. Y en este caso ha sido para bien.
Habíamos asumido que tocaba esperar durante al menos una semana en el campo base, pero un giro en las predicciones ha hecho que esta mañana, a las 9:00 (hora paquistaní), partieramos de nuevo hacia la montaña para abrir huella, por enésima vez tras la nieve de estos días atrás, hasta el campo I. Dormiremos en el I y mañana retomaremos el trabajo tratando de alcanazar definitivamente el campo II. Los partes hablan de buen tiempo hasta el próximo viernes, de manera que hemos emprendido la marcha con el campo III y IV como objetivo. De todas formas, no podemos olvidar que todavía no hemos superado la cota 6.000, por lo que la falta de aclimatación puede jugar en nuestra contra si no actuamos con cautela. Somos conscientes de ello.
La principal novedad es que el Italiano Danielle Nardi se ha unido a nuestra cordada. Lo hace tras renunciar a escalar en solitario la Mummery Ridge. Recordemos que la marcha del polako Tomek Mackiewicz y la francesa Elisabeth Revol dejó a Danielle Nardi sin compañero de cordada para la ascensión que él traía en mente por una ruta que, por cierto, a medida que van pasando los días escupe más nieve (en la última semana las avalanchas se repiten a diario por la ruta elegida por Nardi, incluso una de ellas alcanzó su tienda apenas 10 minutos después de que éste la abandonara).
De manera que hemos sumado fuerzas en la vertiente Diamir del Nanga Parbat. Ali ‘Sadpara’, Danielle Nardi y yo hemos partido hoy. Mañana lo harán Muhammad Kan y el trío iraní; nos reuniremos, si todo va bien, en el campo II. Veremos cuánto da de sí esta ventana.
De vuelta al campo base tras la primera rotación
A lo largo de la jornada de hoy hemos avanzado unos cien metros respecto a lo escalado ayer estableciendo un depósito de dos tiendas, 1.300 metros de cuerda y abundante comida 150 metros por debajo del campo II.
El duro trabajo de estos días atrás ha pesado. No en vano, la de hoy ha sido la tercera jornada consecutiva fijando cuerda y porteando unos 20-25 kilos de peso entre el campo I y el II.
A primera hora de la mañana hemos vuelto a partir desde el campoI y, a medida que hemos superado la altura máxima alcanzada ayer, la nieve profunda ha dado paso al hielo vivo que, junto al peso que llevabamos a cuestas y el cansancio acumulado, ha ralentizado nuestra marcha. Así, tras nueve horas de escalada bajo la sombra a unos -30ºC de temperatura, a pesar de no lograr superar el muro Kirshoffer, sí hemos podido establecer un depósito de dos tiendas, 1.300 metros de cuerda y comida suficiente como para un ataque a cumbre de cara a la próxima rotación.
Ahora es posible que descansemos aquí durante cerca de una semana, dado que, según el último parte de meteo, hasta el viernes que viene no se espera una ventana de buen tiempo lo suficientemente duradera como para intentarlo hasta el campo III o incluso lanzar un ataque a cumbre.
Hacia el Campo II
El frío helador y el cielo raso hacían augurar un día espléndido, y en efecto, es sol nos acompañó durante toda la jornada de ayer (4 de Febrero).
Avandonamos el campo base a las 6.00 de la mañana, cargados con más cuerdas y material, abrigados con nuestros trajes de pluma, pero aún así algo aturdidos por el sueño y el frío; el termómetro rondaría los -20ºC.
Teníamos como objetivo llegar al campo I en unas tres horas, montar las tiendas allí, depositar el material extra que portábamos y emprender la escalada hacia el CII. Pero la nieve había vuelto a cubrir la huella abierta, de modo que necesitamos SIETE horas para alcanzar los 5.050 metros del CB, lo cual, evidentemente, trastocó un poco los planes.
Fijamos las tiendas, bebimos, comimos, y de nuevo en marcha hacia arriba, tratando de sacar partido a las horas de luz que quedaban. Ganamos metros con bastante rapidez a lo largo del corredor que lleva a la misma base del muro Kirshoffer. Fijamos, en total, 400 metros de cuerda, hasta los 5.450, y vuelta al C1 a dormir.
Hoy (5 de Febrero) hemos empezado a trabajar hacia las 9:00 de la mañana. Ha amanecido un día maravilloso. Pretendíamos seguir fijando hacia arriba, hasta los 5.700 para, a partir de aquí, tratar de escalar el muro Kirshoffer, y una vez superado, establecer el CII. Pero no ha sido posible. Solo hemos alcanzado a fijar hasta 5.800m, más o menos. Ha sido una jornada dura, con nieve muy profunda. Veremos si mañana tenemos suerte y conseguimos, por fin, alcanzar el campo II. Ahora toca dormir y recuperar fuerzas. ¡Un abrazo desde el Campo I del Nanga Parbat!
Campo I (5.050m), listo
Tras tres días abriendo huella, el sábado, por fin, conseguimos llegar al campo I y establecer allí un depósito.
No ha sido ni mucho menos fácil preparar el campo I. Lo intentamos por primera vez el 28 de Enero, aunque aquella vez, con el nevadón recién caído, aclimatación todavía escasa y el estómago bajo mínimos, sólo alcanzamos los primeros metros del glaciar; fueron cuatro horas de trabajo, más que suficiente teniendo en cuenta cuál era nuestro estado. El 30 de Enero volvimos a ello, y en esta ocasión sí logramos atravesar tanto la morrena como el glaciar, aunque la profunda nieve que nos cubría hasta la cintura no nos permitió avanzar más allá de los 4.850 metros, donde dejamos los 600 metros de cuerda y la tienda que llevábamos a cuestas; ocho horas en total. Y por fin el sábado, acompañados también por el trío iraní (Mahmood Hashemi, Iraj Maani y Reza Bahadorani), conseguimos alcanzar los 5.050 metros de altura y establecer, bajo una pirámide de roca, nuestro campo I: una tienda y unos 900 metros de cuerda en total por nuestra parte. Los iranís, por su parte, subieron otros 600 metros de cuerda y una tienda más. Avandonamos el campo base hacia las 8:00 de la mañana, y serían las 17:00 de la tarde para cuando regresamos.
Tanto ayer como hoy (2 de Febrero) el día ha amanecido bastante ventoso, así que hemos acordado descansar. Mañana, si fuera posible, retomaríamos el trabajo para intentar fijar hasta el campo II a 5.900m (sin duda el tramo más técnico de nuestra ruta) para volver a dormir al campo I. Y si la ventana lo permitiese, al día siguiente, seguiríamos intentándolo hasta el campo III (6.700m). El parte de méteo parece indicar que se acerca un frente de tiempo favorable para una semana, pero preferimos actuar con cautela; vamos poco a poco y día a día.
Alex Txikon, Ali ‘Sadpara’ y Muhammad Kan se encuentran ya, desde el pasado 25 de Enero, en el campo base del Nanga Parbat
El equipo espera una mejora del tiempo y el estado de salud del alpinista lemoarra (arrastra una severa descomposición desde Chilaas) para poder comenzar a trabajar en condiciones.
Las nubes, la nieve, el frío y las vomitonas están acaparando el protagonismo durante estos primeros días en el campo base del Nanga Parbat, a unos 4.100 metros de altura.
Tras partir de Islamabad el día 20 y atravesar la Karakorum Highway con escolta policial incluída, Alex Txikon y su equipo de apollo llegó a Chilaas hacia el mediodía del miércoles 21, donde le esperaban los compañeros de expedición paquistanís Ali ‘Sadpara’ y Muhammad Kan. Dos días de estancia allí sirvieron para cumplir con los compromisos burocráticos ineludibles (visita al delegado de turismo y visita al oficial de policía), gestionar lo refente a cargas y porteadores, y también enfermar: Alex Txikon arrastra desde entonces una severa descomposición que le ha complicado la marcha de aproximación pero de la que espera recuperarse en breve. No en vano, no es la primera vez que algo parecido le ocurre en Pakistán, y sabe que se trata de comer limpio y ser paciente durante algunos días.
El 23 de Enero reanudaron la marcha esta vez en jeep desde Chilaas hasta Diamarow, punto de partida de la aproximación a pie. Unas 4-5 horas diarias de caminata durante tres días, pasando por las aldeas de Zaweri y Cutgali hasta alcanzar los 4.100 metros de altura y establecer el que será el campamento base para los próximos dos meses. Estas primeras jornadas han servido, precisamente, para poner todo a punto en este CB (siempre batallando contra las frías temperaturas que por la noche caen hasta los –15ºC), y planificar una primera jornada de trabajo.
Por lo tanto, el equipo espera ahora una mejora del tiempo (previsible para mañana día 28) y también del estado de salud de Txikon para poder, en un primer paso, abrir huella hasta el campo I y después establecer allí un depósito de cuerdas y demás material. Se decantarán definitivamente por la ruta Kirshoffer que, aunque “muy helada y seguro dura de pelar” parece menos expuesta a aludes que la Messner.
Por otro lado, hoy día 27 a media mañana, Txikon, Ali y Muhammad Kan han recibido la visita de Danielle Nardi que, por cierto, ha hecho posible este envío vía e-mail (el equipo de Txikon contará con conexión a internet a partir del día 1 de Febrero). El italiano ha proporcionado al de Lemoa algunos medicamentos indicados para el estómago y le ha transmitido su voluntad de intentarlo una vez más por la Mummery Ridge a pesar de que, tras la marcha del polaco Tomek Mackiewicz y la francesa Elisabeth Revol, se encuentra sólo para escalar. Afirma que lleva tres inviernos intentándolo aquí y dice que las condiciones que se ha encontrado este año pintan bastante mejor que en anteriores ocasiones. Precisamente Nardi, que cuenta con conexión a Internet, ha anunciado que para mañana se esperan cielos descubiertos que podrían aguantar hasta el sábado (de hecho, ya se han abierto algunos claros).
Por último, para mañana se espera la llegada de tres nuevos protagonistas a este campo base. Se trata de tres escaladores iranís que, según hemos sabido a través de la agencia, a priori comparten las mismas intenciones respecto a la ruta y las fechas que el trío formado por Txikon, Ali ‘Sadpara’ y Muhammad Kan. De todas formas, aquí nadie quiere apresurarse a contemplar posibles cooperaciones.
Un día más de mal tiempo y vomitonas
El plan que teníamos previsto para hoy 27 de Enero (acercarnos abriendo huella hacial el campo I) se ha visto alterado por el mal tiempo y, sobre todo, por la fatídica noche de vomitonas que he pasado. Parece que aún necesitaré algún día más para recuperarme de la que pillé en Chilaas; la verdad es que, en mi caso, la historia se repite en Pakistán. Paciencia.
Por otro lado, a media mañana, hemos recibido la visita de Danielle Nardi. El italiano estaba al tanto de nuestra presencia aquí, sabía también de mi estado de salud, así que nos ha proporcionado algunos antibióticos que van bien para el estómago y seguro me serán de gran ayuda. Hemos estado charlando de lo ocurrido con Tomek y Elisabeth, lo cierto es que no quiere remover demasiado el lodo, y nos ha transmitido su voluntad de intentarlo una vez más por la Mummery Ridge. Lleva tres inviernos intentándolo aquí y dice que las condiciones que se ha encontrado este año pintan bastante mejor que en anteriores ocasiones. Le acompañan dos cámaras, pero tras la marcha del polaco y la francesa se encuentra sólo para escalar. Iremos viendo qué es lo que ocurre.
Nosotros apostamos definitivamente por la ruta Kirshoffer que, aunque muy helada y seguro dura de pelar, parece menos expuesta a aludes que la Messner.
Para mañana esperamos también la llegada de tres nuevos protagonistas al campo base, se trata de tres escaladores iranís (Mahmood Hashemi, Iraj Maani y Reza Bahadorani) que, a priori, comparten nuestras mismas intenciones respecto a la vía y las fechas, así que tenemos horas y días por delante para contemplar una posible colaboración.
De momento, seguimos a la espera de que tanto el tiempo como mi estómago mejoren para poder empezar a trabajar en condiciones. Nardi, que cuenta con conexión a Internet, nos ha anunciado que para mañana se esperan cielos descubiertos que aguantarán hasta el sábado.
Ya estamos en el campo base
Partiendo desde Cutgali, el 25 de Enero y bajo una nevada importante, llegamos ya al campo base del Nanga Parbat. Lo cierto es que vinimos un poco flojitos, apenas habíamos comido nada desde que salimos de Chilaas, el estómago no deja de dar guerra. Pero nos esperaba un día duro: tocaba coger las palas y abrir pasillos y hueco en la nieve para montar las tiendas, así como la cocina y el comedor para después reorganizar todo lo que contenían los bidones y petates que los porteadores habían dejado apilados. Poco a poco, sin dejar de batallar contra el frío, logramos poner un poco de orden en lo que será nuestro hogar los siguientes dos meses. Un poco de arroz blanco para cenar… y al saco, a descansar. El termómetro marcaba –15ºC y no paraba de nevar, tanto es así que esta mañana (26 de Enero) hemos amanecido con una capa de nieve de al menos un metro. El día de hoy, todavía nublado, ha servido para seguir afinando todo en el campo base: refijar las tiendas, poner a punto el aislamiento y la luz en la tienda comedor, montar un pequeño ‘txoko’ para los ordenadores, baterías etc. y acordar el planing para mañana (martes, 27 de Enero). Las nubes no nos han dejado contemplar el Nanga Parbat con claridad todavía, a priori diría que se ve bastante pelado, con mucho hielo, así que hemos decidido que mañana nos acercaremos hacia el Campo I para ir abriendo huella y ver más de cerca cómo está el terreno. Lo haremos sin carga; pasado mañana volveremos para ir depositando cuerdas y demás material. Tengo buenas sensaciones, el grupo está unido y creo que nos entenderemos a la perfección.