Txikon y ‘Sadpara’ fijan 500 metros de cuerda hasta los 6.500m y regresan al C2 (6.100m) a pernoctar

Texto: Igone Mariezkurrena (CB Nanga Parbat)

17/01/2016

A las 8:00 de la mañana recibíamos en el CB la primera llamada de los dos escaladores: “La noche ha sido heladora, –30ºC, pero estamos listos para arrancar”. En efecto, a través de los prismáticos podíamos ver cómo abandonaban el C2 y avanzaban a lo largo de la primera arista de nieve.

A las 16:00 de la tarde han vuelto a contactar para comunicar que estaban de regreso en el C2: “Hemos metido 500 metros de cuerda en total, nos habremos quedado a unos 200 metros del C3 (6.700m)”. La jornada ha transcurrido mayormente sobre terreno mixto y al sol (a diferencia de días anteriores). Su plan para mañana es desmontar la tienda del C2 dejándolo todo bien depositado y emprender el descenso hacia el CB equipando, de paso, el Muro Kinshofer “en condiciones” –de víspera lo escalaron empleando cuerdas fijas del año pasado–. Las previsiones meteorológicas auguran aún varias jornadas más de buen tiempo, pero les va a ser imposible seguir avanzando en la ruta por falta de cuerda: “A pesar de que ayer tanto Ali como yo subimos cada uno con más de 20 kilos a la espalda, sólo entre los dos no hemos podido portear hasta aquí arriba –C2– toda la cuerda necesaria para llegar a equipar hasta el C3”, explicaba Txikon.

Querían haber emprendido algo más temprano la jornada de hoy, pero el de ayer –martes, día 16– fue un día francamente largo: Hasta pasadas las 22:00 de la noche no confirmaron a CB que ya habían montado la tienda y que se disponían a derretir nieve.

Por su parte, los polacos Bielecki y Czech emplearon el día de ayer para bajar todas sus pertenencias desde su C1 y depósitos superiores al CB. Según ha manifestado el propio Adam Bielecki hoy mismo, la expedición ha terminado para ellos; en breve emprenderán el regreso a casa. Citan como principales razones el fracaso de su intento alpino y el mal tiempo.

Txikon y Sadpara descansarán a partir de mañana en el CB antes de iniciar la siguiente rotación


Txikon y ‘Sadpara’ logran llegar a la base del muro Kinshofer (6.050m)

Texto: Igone Mariezkurrena (CB Nanga Parbat)

13/01/2016

Magnífico y cualitativamente importantísimo el trabajo realizado hoy por Txikon y ‘Sadpara’: Han conseguido equipar la vía hasta la misma base del muro Kinshofer (6.050m aprox.), y depositar allí una tienda, comida y material. Eran las 7:30 cuando arrancaban desde el C1 (4.800m) azotados por el viento, y a las 15:30 contactaban con CB para comunicar que habían alcanzado la cota citada y que emprendían el descenso hacia el C1, y hacia el CB.

Han sido, por tanto, ocho horas de escalada técnica sin descanso sobre hielo vivo y en la sombra para salvar 1.250 metros de desnivel y fijar 500 metros de cuerda desde los 5.700m hasta los 6.050m. Los dos escaladores pretenden volver a subir mañana por las cuerdas fijas con todo lo necesario para superar el muro rocoso Kinshofer y establecer y aprovisionar el C2 (6.100m), donde tienen pensado pasar la noche.

Bielecki, Nardi y Czech, por su parte, han permanecido en el Campo Base. Durante la jornada de ayer los polacos y el italiano portearon algo más de material hasta los 5.700m, cota más alta anteriormente alcanzada por el equipo, pero no pudieron ascender más allá de lo 5.800m: un accidente hacía caer a Bielecki 80 meters couloir abajo, afortunadamente sin consecuencias graves más que contusiones y rasguños. A última hora de la tarde regresaban al Campo Base, donde descansan a estas horas.


Fijado hasta los 5.700m, y cerca de 3.000 metros de cuerda porteados. La cordada internacional liderada por Alex Txikon y la polaca de Bielecki & Czech aúnan fuerzas de cara al reto invernal en la ruta Kinshofer del Nanga Parbat (8.126m).

Texto: Igone Mariezkurrena (CB Nanga Parbat)

11 de Enero de 2016

Línea montada hasta los 5.700m de altura, y 700 metros de cuerda depositados en esa misma cota; otro depósito más bajo con 1.000 metros de cuerda a 5.300m; y 600 metros más de cuerda en el C1 (4.800m), además de material diverso y comida: es el estado de las cosas tras dos días de duro trabajo por parte de Txikon y ‘Sadpara’ (Nardi pudo colaborar únicamente el primer día por problemas de frío en sus pies). Creen estar a 4–5 horas de trabajo para llegar al C2 (6.100m) y a una jornada más de porteo para establecerlo y aprovisionarlo con todo lo necesario para seguir avanzando.

Txikon y ‘Sadpara’ descansan ahora en el CB, se reincorporarán mañana. Daniele Nardi, Adam Bielecki, y Jacek Czech, por su parte, suben hoy al C1 para relevarles. La cordada internacional y la polaca aúnan fuerzas de cara al reto invernal en la ruta Kinshofer del Nanga Parbat (8.126m).

El pasado sábado –9 de Enero– Txikon y ‘Sadpara’ arrancaban a las 7:00 de la mañana desde Campo Base (4.200m) bien cargados, en dos horas llegaban al C1 donde llenaban aún más las mochilas, y emprendían la escalada porteando cuerdas hasta los 5.300m y fijando más allá, hasta los 5.400m. Aquel día, Nardi se incorporó algo más tarde al trabajo y también tuvo que retirarse a CB a primera hora de la tarde por problemas de frío en los dedos pulgares de sus pies.

10 de Enero: Txikon y ‘Sadpara’ arrancan a las 8:00 desde el C1, cargan a sus espaldas parte de lo depositado a 5.300m y prosiguen escalando hasta los 5.500m. Para poder portear desde los 5.500m a los 5.700m, emplearon los 200 metros de cuerda anteriormente fijados por los polacos Bielecki y Czech.

Es así como la cordada internacional y la polaca comienzan a colaborar en busca de un mismo sueño: alcanzar la cima de la apodada ‘Montaña Asesina’ en la estación más fría del año.

Txikon y ‘Sadpara’ descansan a estas horas en el Campo Base, y saldrán de nuevo hacia arriba mañana. Nardi, Bielecki y Czech han partido hoy, pasarán la noche en el C1 (4.800m) y mañana tomarán el relevo.


Tras horas de debate y deliberación, mañana arrancan de nuevo con el C2 (6.100m) de la Kinshofer en mente

Texto: Igone Mariezkurrena (CB Nanga Parbat)

8 de Enero de 2016

Horas de debate y deliberación en el seno del equipo liderado por Alex Txikon, para concluir finalmente que lo más acertado será ceñirse al plan inicial y atacar al Nanga Parbat invernal por su ruta normal (Ruta Kinshofer) a pesar de las malas condiciones que ésta presenta. Descartan definitivamente otras alternativas. A partir de mañana se abre una ventana de buen tiempo que parece se alargará durante cuatro días, tiempo que nuestra cordada aprovechará para montar su propia línea al menos hasta el C2 (6.100m).

El pasado 5 de Enero, tal y como lo anunciábamos a través de las redes sociales, los tres escaladores subían por segunda vez a su Campo1 (a unos 4800m; más bajo pero menos expuesto a avalanchas y grandes acumulaciones de nieve en comparación al C1 5.050m del año pasado) para depositar algo más de material y pernoctar. Lo que no hicimos público entonces es que a la mañana siguiente –6 de Enero– Txikon, ‘Sadpara’ y Nardi se adentraron algunos metros glaciar arriba, en dirección a la Mummery Ridge, con intención de chequear sobre terreno el estado de la ruta, sus grietas iniciales y los frentes de serac que la amenazan. Fue una breve incursión de unas dos horas, hasta los 5.200m, tras la cuál regresaron al C1 y seguidamente al CB, donde han deliberado hasta ahora.

La Mummery Ridge es el Plan B que por algunas horas han contemplado como alternativa a la Ruta Kinshofer que este año se ve francamente más técnica y dura que en invierno de 2015: especialmente el canal que va desde los 5.100m hasta la base del Muro Kinshofer es una verdadera pala de hielo vivo. Daniele Nardi tiene bien estudiada la Mummery Ridge, lo ha intentado durante tres años consecutivos, y ello los ha llevado a pensar por algunos momentos que podía ser una buena opción.

Sin embargo, finalmente ha pesado la experiencia y el conocimiento adquirido el invierno pasado en la Kinshofer; también han considerado que esta última, aunque dura, es más segura que la Mummery.

De modo que mañana arrancan de nuevo, esta vez con el C2 (6.100m) de la Kinshofer en mente. De momento cuentan con comida, gas, diverso material y, sobre todo, 1.800 metros de cuerda en el C1 (4.800m), a los que sumarán otros 600 metros que portarán mañana. Tienen, según las previsiones, cuatro días espléndidos por delante para trabajar.

En rojo, Ruta Normal o Kinshofer y las posiciones habituales de sus campos de altura. En verde, nuestro C1 de este año y la breve incursión en el glaciar en dirección a la Mummery Ridge. En negro, la Mummery Ridge.


Primer porteo al C1 (4.850m): 70 kilos de material depositados

Primera y más que satisfactoria jornada de trabajo en el Nanga Parbat para el equipo integrado por Alex Txikon, Daniele Nardi y Ali ‘Sadpara’. Dos días después de llegar a la denominada ‘Pradera de las Hadas’ (4.200m) y tras la puesta a punto del Campo Base, los tres alpinistas han aprovechado el día de hoy para realizar un primer porteo al que será su primer campo de altura (C1, 4.850m) este invierno.

La experiencia es un grado, sabían que tanto en la travesía hasta el glaciar como también más arriba encontrarían nieve profunda, de modo que se han provisto de raquetas y trineos para cargar con todo el material y arrastrarlo así con más facilidad. Otra de las expediciones que apunta este invierno al Nanga Parbat había abierto huella hasta el comienzo de la morrena (4.450m), pero no más allá, de modo que han sido horas de duro trabajo para la cordada internacional.

A diferencia de lo que ocurre en estas primeras rampas donde se acumula la nieve levantada por el viento, las paredes más altas y tiesas del Nanga Parbat se presentan esta vez más peladas y heladas que el año pasado. Un extremo, sin duda, a tener en cuanta a la hora de trazar una estrategia acertada.

Han depositado, en total, 70kg de material a 4.850 metros de altura, antes de emprender la vuelta al Campo Base. Ha sido un día formidable, el tiempo ha acompañado, aunque estas fechas sólo contamos con unas dos horas y media de sol al día. Eran las 9:00 de la mañana cuando arrancaban del CB, y alrededor de la 18:00 de la tarde cuando regresaban, ya de noche. Mañana día de descanso, y para pasado mañana parece que llega una nevada bastante fuerte. Día a día.


Ali ‘Saltoro’: “Si las cosas cambiaran, muchas más familias podrían vivir del turismo en Pakistán”

Texto: Igone Mariezkurrena (Islamabad)

Ali Muhammad ‘Saltoro’ (Saltoro, 1975) es uno de nuestros amigos de confianza en Islamabad. Desde 1999 forma parte del APC (Alpine Club of Pakistan), es miembro activo de la Federación de Montaña de Baltistan, y también está involucrado en la Asociación de Agencias de Turismo de Pakistán. Hace ya más de 20 años que trabaja como guía freelance para aquellos que se acercan a su país en busca de montaña y aventura, y en 2013 puso en marcha su propia agencia: Alpine Adventure Guide.

Precisamente en invierno de 2013, después del ataque del 23 de Junio –11 escaladores extranjeros murieron tiroteados en el Campo Base de Nanga Parbat–, cuando todos descartaban Pakistán como destino y cuando ni siquiera los mandatarios locales se atrevían a emitir permisos, fue Ali ‘Saltoro’ –a petición de Daniele Nardi– quien, tras presionar al Gobierno y negociar, logró abrir el valle que había permanecido cerrado más de seis meses. Quizás, quién sabe, de no ser por su labor, la vertiente Diamir seguiría aún bloqueada, como ocurre con algunas zonas militarizadas del país. Hemos charlado con él sobre las luces y sombras del turismo en Pakistán.

¿Qué tal le va al sector?

Desde que ocurrió aquello en el CB del Nanga Parbat en 2013, ha costado arrancar, pero parece que vamos remontando poco a poco y el panorama mejora. Los medios de comunicación europeos y estadounidenses se empeñan en difundir una imagen falsa y negativa de nuestro país; nos tienen por violentos y peligrosos, como si tuviéramos a los occidentales en el punto de mira. Así las cosas, es comprensible que allí nos tengan miedo. De todas formas, este invierno acuden cinco expediciones al Nanga, es muy buena señal. Y los grupos de trekking en verano son muchos más. Si no fuese un país seguro, el Gobierno no tramitaría visados ni permisos de escalada.

¿Cuál es tu teoría sobre lo que ocurrió aquel 23 de Junio?

Puedo asegurarte al 100% que no fueron talibanes los que perpetraron el ataque. Era invierno, la senda de acceso al CB estaba cubierta por la nieve, la frontera de Afganistán está a 200 kilómetros de Gilgit Baltistán… ¿¡Cómo iban a llegar allí arriba!? La masacre se produjo a raíz de una trifulca iniciada entre locales y el stuff pakistaní de una de las expediciones. Pero cuando algo así sucede en nuestro país, los periodistas internacionales enseguida optan por titulares recurrentes que encajan con el mensaje dominante, sin cuestionarse nada más allá. Y nuestro Gobierno no ejerce ningún tipo de control ni presión para que aquello que se cuenta en el extranjero se ciña, o al menos se acerque un poco más, a la verdad. Nuestros vecinos Nepal e India, por ejemplo, cuidan mucho más este aspecto.

Ataques como el de París tampoco ayudan…

Claro que no, porque alimenta la tesis de quienes defienden que el islam es sinónimo de violencia y terror. Cada vez que ocurre algo parecido, disminuye el número de turistas que nos visita. Pero conviene recordar que esos ataques también son ataques contra nosotros los musulmanes. El que viene aquí una vez sabe de sobra que somos gente amable, musulmanes de verdad, pacifistas y pacíficos, generosos, y que estamos deseosos de recibir más visitantes.

En cualquier caso, últimamente se multiplican las agencias.

Seremos unas 60 en total, no muchas frente a las más de 200 de India y Nepal. Algunos vienen a practicar el alpinismo, otros buscan trekking, hay quien prefiere el turismo cultural, el paisajístico, también recibimos expediciones científicas… ¡Tenemos que responder y prestar servicio a todos! ¡Y tenemos mucho para mostrarles! En Pakistán todavía queda mucho por explorar, mucho por descubrir. Nuestro valle –en el extremo oriental del Karakorum, en la frontera con India–, por ejemplo, lo cerraron a los extranjeros en 1984, cuando comenzó la guerra de Cachemira, y todavía permanece igual a pesar de que la guerra, al menos de manera formal, ya ha terminado. ¡Cuántos sietemiles vírgenes, cuántas aldeas jamás visitadas por forasteros…!

Las continuas tensiones entre India y Pakistán os han perjudicado mucho, ¿verdad?

Muchísimo, probablemente más que los talibanes. Parece que las relaciones se han estabilizado un poco, pero las zonas fronterizas siguen totalmente militarizadas y muchas aún permanecen cerradas. Si esto y otras muchas cosas cambiaran, más familias podrían vivir del turismo en Pakistán.

¿Cuáles son las cifras?

En la región de Gilgit Baltistán, el 70% de la economía depende del turismo; en estas zonas de montaña no hay industria ni ninguna otra opción más que bajar a Islamabad, Lahore o Carachi. De modo que… ¿¡Cómo no va a ser gente amigable?! ¿¡Cómo no van a cuidar a los montañeros que les dan de comer?! A pesar de ser un sector tan crucial para la economía, los que nos movemos en esto y queremos impulsar el turismo en Pakistán tenemos que hacer frente a muchísimos problemas, siempre solos, sin apoyo de nadie y peleando contra muchos.

¿A qué te refieres cuando dices que peleáis “solos contra muchos”?

Pues mira: Por un lado, para India y Nepal somos competencia directa en términos turísticos, así que, además de los medios europeos y estadounidenses, también éstos se encargan de difundir mensajes negativos en relación a Pakistán. Por otro lado, el Departamenteo de Turismo del Gobierno parece dormido, no nos promocionan, prefieren meterse en negocios más sencillos; deberían proporcionar más facilidades administrativas y burocráticas como incentivo, y también mejorar mucho en el tema de los rescates, porque los helicópteros destinados a estas misiones son siempre militares. También el ACP (Alpine Club of Pakistán) debería tener algo que decir y hacer en esto, pero se gasta las pocas ayudas públicas que recibe en organizar reuniones estériles. Espero que la cosa cambie en cuanto elijamos a nuestro nuevo presidente.

Hemos cambiado el euro en 110 rupias esta vez. El año pasado estaba a unas 130-135 rupias. Parece que la economía crece.

Sí, eso es lo que indican los números. Pero luego, incluso en las casas más lujosas de los barrios más ricos de Islamabad, verás que las familias pasan el invierno sin gas y a la luz de las velas. Aquí tenemos políticos ricos y un Gobierno pobres. Cada cinco años un nuevo equipo llega al poder y empieza todo desde cero, nunca dan continuidad a ningún proyecto emprendido por el anterior gabinete, aunque ya se haya invertido el 50% del presupuesto. Sin embargo, los ciudadanos no se rebelan, están dormidos.

También llama la atención la enorme cantidad de restaurantes y negocios chinos en la capital.

Sí, empezaron a llegar hace 18 años, y cada vez son más. Restaurantes, zapatos, motos… son sus sectores. Fabrican mucho más barato, pero de mala calidad; me imagino que sucede lo mismo con ellos en otros países del mundo.


Ascendido el Incahuasi (6.638m), listos para el reto en Pakistán

Como ya explicamos antes de nuestra partida hacia los Andes, el objetivo de este viaje a Argentina era lograr la aclimatación suficiente como para volar a Pakistán con la condición física óptima que nos permita empezar a trabajar en altura inmediatamente después de establecer nuestro Campo Base en el Nanga Parbat; sin demoras.

Han sido dos semanas fatigosas, librando una larga batalla contra la conocida ‘Puna’ de esta zona andina, al noroeste del país. Se trata de una confluencia de factores (casi nula humedad, altura, viento y altas cantidades de silicio en la superficie que al recibir la radiación solar se caliente como si de una chapa se tratase haciendo que el oxígeno ascienda) que provoca fuertes dolores de cabeza e incluso problemas en los pulmones especialmente por la noche, cuando las corrientes procedente del pacífico arrastran grandes cantidades de humedad de golpe.

Tras el repunte en el pico San Francisco (6.016m), apenas un par de días después, arrancábamos hacia el Incahuasi (6.638m), montaña sagrada de los incas. Una primera noche a unos 4.500m, debajo de los ‘volcancitos’ hermanos del Incahuasi; segunda noche a 5.550m (C1); y salida hacia cumbre a eso de las 04:30. Sobrecogedora la noche andina y la lluvia de estrellas que nos brindó. El tiempo se portó mejor que bien y en unas seis horas pudimos coronar una de las cimas más emblemáticas de la zona, no sin esfuerzo: la primera canal de unos 45 grados de inclinación y 600m de desnivel, y el posterior gran plató previo a las últimas rampas no se dejan superar fácilmente.

En Pakistán, nuestro Campo3 del Nanga Parbat (8.126m) se sitúa a unos 6.700m de altura, prácticamente la misma cota alcanzada en los Andes, así que, como habíamos planeado, ya estamos listos para viajar a Pakistán y emprender la primera incursión en cuanto sea posible. El martes día 22 de Diciembre partiremos del aeropuerto de Bilbao. El gran reto nos espera, nos sobran ganas e ilusión.


Seguimos aclimatando en el Falso Moracho (4.500m)

Martes 8 de Diciembre, segunda jornada en La Cordillera.

Pasamos la noche nuevamente en Cortaderas (3.300m), madrugamos y desayunamos hacia las 06:00 para así evitar exponernos al sol durante las horas centrales del día.

Ascendemos por carretera hasta la aduana argentina (4.050m) y desde allí cogemos el sendero que nos llevará a lo alto del Falso Moracho (4.500), hermano pequeño del alejadísimo Moracho (+5.000m). No deja de sorprendernos lo inhóspito del lugar, el paisaje es ciertamente árido: apenas crece flora en la continuación argentina del desierto chileno de Atacama; y sólo las vicuñas y guanacos, algún reptil, pequeños roedores y grandes depredadores como el cóndor y el puma dan vida al vasto entorno volcánico. El terreno es arenoso y nos hundimos, simulando así las largas marchas sobre nieve que nos esperan en Pakistán. El viento no cesa, lo cual baja aún más la presión, la humedad apenas llega al 8% y el sol abrasa en altura. Han bastado dos días para darnos cuenta de que aquí el proceso de aclimatación será más largo y complicado que en nuestras latitudes.

El alto hito en la cumbre nos permite resguardarnos de las ráfagas de más de 50km/h y disfrutar de un pequeño almuerzo junto al grupo de amigos que nos acompaña en este viaje. Un verdadero lujo. Emprendemos el descenso esta vez en dirección suroeste, hacia el inmenso salar custodiado por los volcanes Incahuasi (6.638m) y San Francisco (6.016m). Al final de la caminata, bello regalo para nuestros ojos: un lago de aguas verdosas lleno de flamencos que han volado hasta estas tierras para aparearse. Cinco horas en total de travesía entre los 4.000 y 4.500 metros de altura; actividad perfecta para, sin demasiado desgaste, ejercitar la máquina.

De vuelta por el sendero, regresamos al punto de partida; en la aduana argentina nos espera nuestro amigo Mauricio con una sorpresa: ¡Vénganse a comer un buen asado de campo! Es el día de la Virgen Del Valle, muy venerada en esta zona y en honor a la cuál los lugareños matan y asan una llama cada 8 de Diciembre. Es una jornada primeramente dedicada a marcar el ganado y festejada con una gran comida de la que pudimos disfrutar en excelente compañía. Proteína pura.

 


Cumbre en el Volcán San Francisco (6.016m)

Miércoles 9 de Diciembre. Tras hacer noche en el refugio de Las Grutas (4.040m) junto a la aduana argentina, consideramos que debemos comenzar a concentrarnos en el que será nuestro primer seismil en este viaje a Los Andes argentinos.

Pero una nueva invitación por parte de nuestro amigo y principal contacto aquí –Mauricio– nos lleva a movernos unos 40 kilómetros hasta la zona de Chucula (4.400m), a la misma entrada al volcán homónimo de más de 5.000 metros. Mauricio y su equipo están inmersos en la esquila de las vicuñas, camélidos salvajes por cuya lana marcas como Louis Vuitton o Ermenegildo Zegna pagan 400 dólares el kilo. Quieren que seamos testigos de cómo llevan a cabo su labor, de lo hermosos que son estos animales, de la cantidad de fibra de vicuña que pueden obtener de una sola sesión de esquila y de cómo lo hacen todo de manera legal y bajo la supervisión de dos veterinarias.

Hacia las 12:00 del mediodía y habiendo conocido de cerca muchos de los detalles de este negocio, volvemos nuestra mirada a nuestro objetivo: el San Francisco (6.016m).

De modo que volvemos al refugio de Las Grutas (4.040m), preparamos nuestras mochilas con todo lo necesario para un par de días y ascendemos por carretera hasta El Paso San Francisco (4.750m), verdadera frontera entre Argentina y Chile. Allí dejamos el coche y caminamos durante aproximadamente una hora y media hasta los 5.200 metros de altura donde instalamos nuestras tiendas con intención de permanecer en este campo base improvisado durante dos noches antes de ascender a cumbre. El viento es fortísimo y a pesar de que encontramos varias barreras de piedras que nos protegerán, la tarea de montar las tiendas se vuelve francamente complicada y heladora.

Pernoctamos, padeciendo algún que otro episodio de dolor de cabeza intenso, pasamos el día 10 completo también a 5.200m, hacemos una segunda noche, y el miércoles 11 de Diciembre de madrugada, hacia las 06:00, arrancamos sin necesidad de encender nuestras frontales. Las primeras dos horas y media de ascensión transcurren a lo largo de una interminable diagonal que concluye en lo alto de una canal, a unos 5.800m de altura. Desde allí, bordeamos el enorme cráter del San Francisco y una hora y media después ya estamos en lo más alto. El viento es desagradable y frío, pero unas impresionantes formaciones nubosas nos retienen y entretienen sacando alguna que otra foto. El descenso es sencillo, el piso arenoso amortigua cada paso y nos permite casi dejarnos caer.

Desmontamos el campamento y descendemos hasta el coche (4.750m) para dirigirnos al refugio de Las Grutas (4.040m) donde descansaremos durante un par de días, antes de apuntar al Incahuasi (6.638m), nuestro próximo objetivo.

 


Reencuentro con los Andes argentinos

Tras cuatro días recorriendo kilómetros, al fin nos reencontramos con los cerros que visitamos por primera vez el verano pasado; estamos en la región norteña de Catamarca, prácticamente en la frontera con Chile, en la cordillera donde se sitúan cinco de los diez picos más altos de América. Un verdadero paraíso para los amantes del montañismo, paisaje salvaje donde los haya, y el lugar elegido para nuestra fase de aclimatación de cara a la próxima Expedición Invernal al Nanga Parbat (8.126m).

Aquí donde las montañas apenas presentan dificultades técnicas y donde la primavera resulta mucho más amable que el invierno pakistaní, podremos ganar altura con facilidad y habituar nuestros organismos a trabajar por encima de los 6.000 metros, evitando así alargar demasiado la posterior estancia en el Campo Base del Nanga Parbat.

Ayer lunes 7 de Diciembre, acometimos una primera etapa en esta fase de aclimatación que esperemos nos lleve a ascender el pico San Francisco (6.016m), el Incahuasi (6.638m) y el Ojos del Salado (6.893m). Por el momento, ascendimos hasta los 4.900m de altura, partiendo desde Cortaderas (a 3.300m); fueron 30 kilómetros, ocho horas caminando sobre terreno pedregoso en un ambiente árido que habitualmente lleva a acusar aún más la disminución de los niveles de oxígeno.

Lo cierto es que teníamos verdadera necesidad de mover la patas, atrofiadas tras tantas jornadas de viaje: Según aterrizamos en Buenos Aires, montamos en un autobús rumbo a Córdoba, en el centro del país (10 horas). De allí nos dirigimos hacia el norte también por carretera a Catamarca y a Fiambalá donde ofrecimos sendas conferencias organizadas por Bodega Finca Don Diego (cuyas instalaciones y viñedos pudimos visitar) y por Agrupación Montañera Cachaquíl de Catamarca y Museo de Los Seismiles de Fiambalá respectivamente. ¡Gracias a tod@s por vuestra cálida acogida!