Ayudar al prójimo

Creo que no hay nada más gratificante que ayudar al prójimo. Hacerlo de manera altruista, además, multiplica exponencialmente el nivel de satisfacción. Todos, absolutamente todos, necesitamos ayuda en algún momento. Por esta razón, me hace especial ilusión el haberme involucrado en el proyecto ‘Encuentros de Altura’, de la mano de CaixaBank, cuya red de oficinas detecta las necesidades de las entidades sociales del territorio y apoya así a la Fundación “la Caixa” en su labor social, canalizando una parte de su presupuesto. ¿Qué es ‘Encuentros de Altura’?  Pues una iniciativa que pretende estimular y motivar a todos los usuarios de las residencias de mayores, que es una de las líneas prioritarias la Fundación “la Caixa” y CaixaBank y más aún en esta situación. Y también en cierto modo reconocer al personal que trabaja en estos centros y que acompaña a nuestros mayores, que están haciendo una gran labor en este contexto tan complicado. De verdad, gracias por haberme hecho este regalo. Me siento un privilegiado.

La pandemia generada por la COVID-19 ha golpeado muy duro a nuestra sociedad, pero en especial a nuestras personas mayores. Son ellos y ellas los que, sin ninguna duda, más han sufrido. Por un lado, porque han sido el colectivo más vulnerable y, por otro, porque aquellos que viven en una residencia han visto cómo su libertad se ha visto reducida a las cuatro paredes del lugar donde residen durante mucho tiempo. Y esto es algo muy duro. Por mucho que quiera, no logro ni siquiera imaginarme por lo que muchos de ellos y de ellas han pasado.

Cuando me propusieron pasar unas horas charlando con ellos no me lo pensé dos veces. Sabía que iba a ser un placer y que iba a aprender muchísimo de todos ellos y ellas. No sabía, en cambio, lo que yo les iba a poder aportar. ¿Qué podría enseñar a unas personas que han vivido mucho más que yo? En todo caso sería yo el que tendría que escuchar. Tras realizar varios encuentros tengo que decir que mis expectativas se quedaron cortas. Muy cortas. Estoy aprendiendo mucho más de lo que creía y espero que ellos estén disfrutando de esta experiencia tanto como lo estoy haciendo yo.

Con el proyecto ‘Encuentros de Altura’ pretendemos trasladar a los mayores por unos instantes a la montaña a través de un sinfín de anécdotas vamos poniendo en común. Es momento de seguir estando junto a nuestros mayores, tenemos la suerte de contar con tecnología para poder estar en contacto con ellos y este ‘sentirnos cerca’ tiene un beneficio total sobre su estado de ánimo. Hay testimonios que, sin exagerar, me están poniendo la piel de gallina. Uno de los mayores, un gran aficionado a la montaña, me decía que el mejor regalo que podía tener era poder escucharme. Y otro que, según me indican desde Matia Fundazioa es una persona que suele estar en soledad, y que la ilusión que le produjo el encuentro, se lo quiso comunicar con inmediatez a su hermana para contarle la experiencia y pidió poder repetir la llamada para enseñarme unas fotos de él en la montaña. Con esto uno se da cuenta como con tan poco, se pueden cambiar muchas cosas. Y ya les he dicho, que estoy contando los días para poderles conocer físicamente y ojalá incluso pueda hacer una salida al monte con ellos.

Las nuevas tecnologías han hecho posible que personas curtidas en mil batallas y yo nos hayamos sentido cerca. Tan cerca que, incluso, como os decía, nos hemos llegado a emocionar en muchos momentos. Eskerrik asko a todas estas personas que han decidido compartir conmigo una de las cosas más importante de esta vida: el tiempo. Como he dicho, me siento todo un afortunado.

Ahora soy yo el que está inmerso en una nueva aventura: tratar de subir el Manaslu (8.163 metros sobre el nivel del mar) en pleno invierno, una hazaña nunca antes conseguida. Aun así, esto no me impide mantener el contacto con ellos durante estos días. No de forma directa pero sí a través de vídeos que les voy mandando. Les cuento nuestros avances, nuestras tardes en equipo tomando té y jugando a cartas, también las frustraciones y lo malos ratos que nos llevamos cuando las cosas no salen como esperamos. Todos tropezamos, tengamos la edad que tengamos. Cuando vuelva les contaré todo lo vivido, aunque como hasta ahora, seguro que ellos y ellas tienen muchísimo más que aportar.


Gorbeia

Hablar de Gorbeia es hablar de uno de los lugares más especiales de mi tierra. La verdad es que conozco a pocas personas que no hayan subido este monte. Pero esta zona es mucho más que Pagomakurre, las campas que preceden a la última subida o la llegada a la cruz que preside la cumbre. Es más, me atrevería a decir que prácticamente podríamos cubrir el año entero haciendo cada día salidas diferentes. Es verdad, igual exagero, pero soy consciente de que aunque haya estado allí cerca de una centena de veces, todavía me quedan lugares por explorar.

Hace poco descubrí que han seleccionado 10 rutas diferentes para hacer en esta zona. Una selección de diferentes planes para el verano. Algunas rutas son más cortas y sencillas y otras, un poco más largas, pero ninguna complicada. Aun así, creo, sinceramente, que están muy bien elegidas y que son una buena muestra de este enclave tan especial para los vascos. Sin duda, unas estupendas opciones para que podamos disfrutar estos meses de calor y buen tiempo. Tenemos muchas maravillas al lado de casa. ¡No hace falta que cojamos el coche más de una hora!

Empiezo por la excursión que podemos hacer en la Atalaya de Urbina, el balcón de Euskadi. Se trata de un recorrido circular muy sencillo que nos ofrece unas vistas espectaculares del embalse de Ullibarri-Ganboa. Como digo, un paseo fácil y que pueden hacer personas de todas las edades. No sé por qué, pero estar en este lugar me relaja mucho.

La segunda excursión que me gustaría destacar es el de las Peñas de Oro desde Bitoriano, muy diferente a la anterior. Podremos acceder al Santuario de Oro desde Bitoriano, a través de caminos antiguos. El valle es, sin duda, toda una joya que merece ser contemplada. Las vistas son espectaculares: amplia panorámica de todo el valle de Zuia, el macizo de Gorbeia y las sierras de Badaia y Arrato. Casi nada. El Santuario de Oro era, en sus orígenes, un templo románico, un lugar con un gran valor cultural. Además, los escaladores vascos conocemos esta zona a la perfección, ya que en las Peñas de Oro se puede practicar este maravilloso deporte. El que no lo haya practicado nunca tendrá la oportunidad de hacerlo, ya que hay escuelas que ofrecen esta experiencia.

Otro plan para realizar en familia es el de la visita a los hayedos de Otxandio. Cerca del núcleo de esta localidad vizcaína, podremos pasear por un recorrido que está delimitado y que no tiene apenas desnivel. Se trata de un itinerario fácil y realmente bonito. Por supuesto, una vez realizado el recorrido, no dudéis en visitar el propio pueblo, que es precioso.
Y si te apetece andar un poco más, no dudes en hacer la excursión que va hasta Atxulo desde Altzakorta, un recorrido de unos 8 kilómetros. Se trata de un paseo circular para acceder a Atxulo, una de las puertas de entrada a Itzina. El paisaje que te encuentras cuando llegas arriba es precioso. Un recorrido que de verdad merece la pena.

Podría destacar otros muchos recorridos más, porque Gorbeia ofrece infinidad de posibilidades, pero me alargaría demasiado. Además de estos cuatro itinerarios, en la lista que os comento destacan otros seis. Si queréis conocer todo lo que ofrece una de las zonas más conocidas de Euskadi, podéis entrar en www.gorbeiaeuskadi.com.

 


Satisfacción plena al encadenar ‘Sonata de cuchillo y metralleta’ (7c) tras meses de progresión

Desde que en 2012, durante aquella fatal expedición invernal al GI (8.080m), se me congelaron los dedos de los pies, el mero hecho de calzarme los pies de gato se convirtió en una verdadera tortura, algo que irremediablemente me ha alejado de la escalada deportiva a lo largo de todo este tiempo. Es por eso que haber encadenado la mítica ‘Sonata’ (7c) en Korea (Araotz) representa para mí algo así como la culminación de esta particular historia de autosuperación.

Reconozco que de haber hecho caso a los consejos médicos que desde el principio me hablaban de un año de reposo e inactividad, la recuperación hubiera sido muy probablemente más rápida y completa, pero de qué sirve ahora lamentarse.

Bien es cierto que la intervención y posterior tratamiento pautado a principios de Mayo por el doctor Alberto Gorrochategui y su equipo de la Clínica Dermatológica Ercilla supuso un punto de inflexión importante y la mejora ha sido considerable.

Así, con mucho empeño, altas dosis de cabezonería y, sobre todo, el inestimable apoyo de mis compañeros, de alguna manera me he reencontrado con la roca durante estos últimos meses y la progresión ha sido muy satisfactoria. El 11 de Agosto encadenaba ‘Agur’ (7a); el 5 de Octubre, tras la expedición estival al Thalay Sagar, recuperaba el tono y hacía lo propio con ‘Happy Forty’ (7b).

Y, ahora, como os comentaba, culmino mi particular historia de superación encadenando ‘Sonata’ (7c). Aunque sabedor de que no supone una gran hazaña en un sector como Korea donde habitualmente se ejercitan escaladores de primera, la satisfacción para mí es plena. Gracias a todos los que me habéis ayudado.

Satisfacción plena tras encadenar ‘Sonata’ (7c), 14 de Octubre.

 


La congelación de mi dedo va mejorando

¡El primer dedo de mi pie izquierdo ya tiene mucho mejor aspecto! Y espero que la zona de la congelación se vaya regenerando sin problemas a lo largo de las próximas semanas. Ha sido gracias, por un lado, a la intervención quirúrgica llevada a cabo por el Doctor Iñaki Ituarte, y gracias también al innovador tratamiento elaborado y pautado por el Doctor Alberto Gorrochategui de la Clínica Dermatológica Ercilla.

El Doctor Ituarte se ha encargado de limpiar la zona de la úlcera, la zona dañada por la congelación, retirando todos los tejidos necróticos.

En la Clínica Dermatológica Ercilla, por otro lado, el Doctor Alberto Gorrochategui y su equipo han elaborado un tratamiento regenerador a partir de mi propia sangre. Es decir, tras procesar mi sangre, han obtenido proteínas que ayudan al crecimiento de las células y con ellas han preparado la crema que acelerará la reepitelización de la úlcera. Se trata de un tratamiento personalizado e innovador, basado en los factores de crecimiento; está dando muy buenos resultados por lo que espero que también a mí me ayude a recuperar los tejidos del dedo dañado.

 


Visita a las Adrspach Rocks junto a Maciek Ciesielski y Raphael Slawinski

El XIX. Festival de Cine de Montaña de Ladek-Zdrój (Polonia) me ha dejado recuerdos inolvidables, entre los cuales guardo con especial cariño los gestos de reconocimiento recibidos y la enorme afición a la montaña que caracteriza a las gentes polacas, así como las formidables intervenciones de los veteranos Kurt Diemberger y Wojciech Kurtyka ‘Boitek’. Con 82 y 67 años respectivamente, estos dos mitos del alpinismo derrochan vitalidad a raudales y son, no cabe la menor duda, un claro ejemplo de compromiso, buen hacer y humildad. Tanto yo como los cientos de personas allí reunidas seguimos ensimismados el relato de las hazañas llevadas a cabo por estos dos curtidos montañeros en una época en la que el alpinismo respiraba algo más de romanticismo.

La visita a las Adrspach Rocks junto a Maciek Ciesielski y Raphael Slawinski es otra de las experiencias bonitas que me ha regalado este viaje. En la frontera entre Polonia y la República Checa existe un lugar muy especial: es un conjunto de paredes de arenisca con forma de tótem. Fueron los alemanes quienes en 1960 coronaron por primera vez una de estas torres; pero son muchísimas las que aún quedan por hollar.

Sin embargo, resulta llamativo que los escaladores locales y todo aquel que se acerca a este lugar sigue respetando el estilo que emplearon los pioneros. En Adrspach Rocks, los seguros están en lo alto o, en el mejor de los casos, a unos cuántos metros del suelo, por lo que se debe ascender empotrando la cuerda en las fisuras evitando así que estas se resquebrajen. El nivel de exigencia, por lo tanto, es muy elevado, incluso afirmaría que el/la que escala aquí puede hacerlo en cualquier otra pared del mundo. Es la consecuencia a la que llegamos el guía de montaña polaco Maciek Ciesielski y el canadiense Raphael Slawinski (Piolet d´Or 2014 por la primera ascensión al K6) durante nuestra visita.

Una escapada muy recomendable.